2007-12-23
El Ojo del Profeta
Prevenir es mejor
Reza un adagio que prevenir es mejor que lamentar, y las Escrituras nos alertan de saber construir nuestra casa sobre la roca firme y saber hacer bien nuestros cálculos en cada empresa. La sabiduría del mundo y la divina, coinciden en medir bien las consecuencias de nuestras acciones.
Con el reciente incendio en un centro comercial de la ciudad, se ha denunciado la ausencia de medidas de seguridad para el público frente a un evento o desastre fortuito. Ni es la primera vez, ni es el único lugar que se juega la integridad física de las personas, ya sea por desconocimiento o por desidia. Pareciera que no hemos tenido suficiente con el bus incendiado el año pasado, o el grave accidente de hace varios años con los fuegos artificiales en el estadio de béisbol.
Personas sensatas ayudan a construir comunidades sensatas, las que, a su vez, conformarán una sociedad sensata. Y la sensatez, por estos días, parece estar ausente en muchos campos de nuestra vida nacional. Quiera Dios y adquiramos un corazón sensato, para que podamos crecer en gracia y sabiduría.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
Ir a Panorama Católico Edición Digital
El Ojo del Profeta
Prevenir es mejor
Reza un adagio que prevenir es mejor que lamentar, y las Escrituras nos alertan de saber construir nuestra casa sobre la roca firme y saber hacer bien nuestros cálculos en cada empresa. La sabiduría del mundo y la divina, coinciden en medir bien las consecuencias de nuestras acciones.
Con el reciente incendio en un centro comercial de la ciudad, se ha denunciado la ausencia de medidas de seguridad para el público frente a un evento o desastre fortuito. Ni es la primera vez, ni es el único lugar que se juega la integridad física de las personas, ya sea por desconocimiento o por desidia. Pareciera que no hemos tenido suficiente con el bus incendiado el año pasado, o el grave accidente de hace varios años con los fuegos artificiales en el estadio de béisbol.
Personas sensatas ayudan a construir comunidades sensatas, las que, a su vez, conformarán una sociedad sensata. Y la sensatez, por estos días, parece estar ausente en muchos campos de nuestra vida nacional. Quiera Dios y adquiramos un corazón sensato, para que podamos crecer en gracia y sabiduría.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
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