viernes, 25 de enero de 2008

Año Nuevo 2008

2007-12-30
Editorial
Año Nuevo 2008

Nos abocamos a emprender el camino en otro nuevo año, con la esperanza de hacernos mejores y construir sobre lo baldío o sobre lo demolido. No son pocos los que piensan un futuro esperanzador para sí y los demás, en un ambiente de paz y dicha sin par.

Los cristianos no somos ajenos a esos sentimientos, aunque nuestra esperanza está cifrada en Aquel que todo lo puede y todo lo da, por amor de sus hijos y de su pueblo. Nuestra esperanza nace, pues, del amor a Dios y al prójimo, sin medida ni condición, aunque resulte difícil hacerla realidad en muchos casos.

El año nuevo 2008 puede ser un calendario gozoso, si cada día de sus semanas y meses nos preparamos espiritualmente para vivirlo. Cada día del año nos levantaremos con la esperanza puesta en el Señor, aceptando las alegrías y las tristezas de la jornada, y dando gracias a Dios por darnos la vida al salir y al ponerse el sol; por el pan de cada día; por las cruces que nos ha ayudado a cargar; y por todo lo bueno que hemos recibido en su gratuidad.

Que Dios Padre, en los brazos abiertos del Hijo, nos acoja, proteja y consuele en cada hora y cada prueba. Que nos ayude a crecer en espíritu y sabiduría. Que nos ayude a entender su voluntad en la historia que nos construye día a día, transformándonos en la imagen de su Hijo. ¡Muchas bendiciones en el Año Nuevo 2008!

Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org

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