2007-07-29
La Voz del Pastor
Fiestas de Santa Librada, tradición y vivencia de fe
Las fiestas patronales de Santa Librada en Las Tablas, “rememorando y recorriendo los “caminos de la fe”, se remontan de generación en generación, cuentan con una bellísima tradición oral.
Según relatos, escritos a principio del siglo XVIII por Fray Manuel Credigencio de Espino, un puñado de hombres que formaron parte de la infortunada expedición contra los piratas ingleses, comandada por el Almirante don Gil Jacinto de Barahona, arribaron a las playas de Mensabé, por los lados hoy conocidos como "Boca de La Laja".
Allí encontraron dos pescadores que los guiaron tierra adentro hasta una humilde aldea conocida como" La Ermita de la Santa Cruz", donde moraban unas cuantas familias que dependían de la Ciudad de Natá de los Caballeros y de La Villa de Los Santos. Esta humilde aldea estaba situada donde ahora está el popular barrio de "Punta de Fogón".
Los nuevos colonos, que construyeron sus casas con los restos de sus desmantelados navíos, trajeron a "Santa Librada" , como cumplimiento de una promesa solemne hecha en alta mar, cuando derrotados y a la deriva, trataban de llegar a puerto seguro y en cumplimiento de la promesa llevaron la imagen de la Santa hasta La Villa de Los Santos para cumplir así la "manda prometida": de que sería colocada en el altar de la primera iglesia que encontraran.
Cuentan que la imagen "regresó" y fue encontrada entre unas rocas y pitayales en el lugar donde hoy se levanta esta iglesia. Una modesta capilla, alrededor de 1692 fue construida por "la gente de Las Tablas" y se dedicó a "Santa Liberata”.
Así surgió esta comunidad, a la que se le dio el nombre de "Pueblo de Santa Librada de Las Tablas".
Datos que pueden aproximarnos a los comienzos de la devoción a Santa Librada en Panamá: Fray Diego Ladrón de Guevara de Orozco, natural de Cifuentes, diócesis de Sigüenza, Canónigo Chantre de aquella Catedral, y después Obispo de Panamá entre 1689 y 1698, fue el primero que trajo Reliquias de SANTA LIBERATA a estas tierras. El Tesorero de la Catedral de Panamá en el año 1693 pidió una reliquia de Santa Librada a la Catedral de Sigüenza. Se le concedió y el Obispo de Panamá escribió manifestando haberla recibido y diciendo que su devoción estaba muy extendida por toda su diócesis. No conocemos más sobre esta primera reliquia.
Recientemente, el 8 de febrero de 2006, el Obispo de Sigüenza, en España, Mons. José Sánchez González hace entrega, en la ciudad de Las Tablas, de una nueva reliquia solicitada por el Obispo de Chitré el 5 de diciembre de 2003. El recibimiento apoteósico, renovó y fortaleció los compromisos de fe del pueblo Santeño y Herrerano.
Los Tableños aman la unidad, aman la paz y la feliz convivencia y se enorgullecen de su fe.
El 21 de julio de 1962, hace 45 años, en las Provincias de Herrera y Los Santos, el Beato Juan XIII constituye la Sede de una nueva Diócesis, baluarte de la Nueva Evangelización: “nueva en su ardor, nueva en sus métodos y nueva en su expresión”.
Nuestra Diócesis, vibra, se renueva y cobra impulsos para la Nueva Evangelización con la presencia, de muchos jóvenes que año tras año confluyen de todos los caminos de la geografía Patria en búsqueda de Dios y de la paz que sólo puede otorgarles la orientación católica.
Azuero, es un pueblo de características particulares dentro de la nacionalidad panameña. Es un pueblo que se siente orgulloso de sus valores y tradiciones católicas. Es un pueblo que respeta sus raíces en la vivencia de la religiosidad popular, es un pueblo que se destaca a nivel nacional por su folklore.
Azuero, y así es también esta joven Iglesia, es un pueblo alegre. En este caminar hemos aprendido y comprendido, que la Nueva Evangelización, la Planeación Pastoral y la Pastoral de Conjunto constituyen tres elementos necesarios para que la Iglesia, en Azuero, pueda ser fiel a su misión evangelizadora en la hora presente.
Es digna de mención la fundación del Seminario Mayor de Santa María La Antigua, en La Villa de Los Santos, “cuna de la primera evangelización” el 25 de Marzo de 2004.
Aquí, no nos cansamos de implorar la intercesión de San Juan Bautista y “Santa Librada”, “nuestros patronos” para que crezcamos en comunión fraterna, en espíritu de discernimiento y en actitud de servicio, dispuestos siempre a testimoniar que el Reino de Dios está en medio de nosotros.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
Ir a Panorama Católico Edición Digital
La Voz del Pastor
Fiestas de Santa Librada, tradición y vivencia de fe
Las fiestas patronales de Santa Librada en Las Tablas, “rememorando y recorriendo los “caminos de la fe”, se remontan de generación en generación, cuentan con una bellísima tradición oral.
Según relatos, escritos a principio del siglo XVIII por Fray Manuel Credigencio de Espino, un puñado de hombres que formaron parte de la infortunada expedición contra los piratas ingleses, comandada por el Almirante don Gil Jacinto de Barahona, arribaron a las playas de Mensabé, por los lados hoy conocidos como "Boca de La Laja".
Allí encontraron dos pescadores que los guiaron tierra adentro hasta una humilde aldea conocida como" La Ermita de la Santa Cruz", donde moraban unas cuantas familias que dependían de la Ciudad de Natá de los Caballeros y de La Villa de Los Santos. Esta humilde aldea estaba situada donde ahora está el popular barrio de "Punta de Fogón".
Los nuevos colonos, que construyeron sus casas con los restos de sus desmantelados navíos, trajeron a "Santa Librada" , como cumplimiento de una promesa solemne hecha en alta mar, cuando derrotados y a la deriva, trataban de llegar a puerto seguro y en cumplimiento de la promesa llevaron la imagen de la Santa hasta La Villa de Los Santos para cumplir así la "manda prometida": de que sería colocada en el altar de la primera iglesia que encontraran.
Cuentan que la imagen "regresó" y fue encontrada entre unas rocas y pitayales en el lugar donde hoy se levanta esta iglesia. Una modesta capilla, alrededor de 1692 fue construida por "la gente de Las Tablas" y se dedicó a "Santa Liberata”.
Así surgió esta comunidad, a la que se le dio el nombre de "Pueblo de Santa Librada de Las Tablas".
Datos que pueden aproximarnos a los comienzos de la devoción a Santa Librada en Panamá: Fray Diego Ladrón de Guevara de Orozco, natural de Cifuentes, diócesis de Sigüenza, Canónigo Chantre de aquella Catedral, y después Obispo de Panamá entre 1689 y 1698, fue el primero que trajo Reliquias de SANTA LIBERATA a estas tierras. El Tesorero de la Catedral de Panamá en el año 1693 pidió una reliquia de Santa Librada a la Catedral de Sigüenza. Se le concedió y el Obispo de Panamá escribió manifestando haberla recibido y diciendo que su devoción estaba muy extendida por toda su diócesis. No conocemos más sobre esta primera reliquia.
Recientemente, el 8 de febrero de 2006, el Obispo de Sigüenza, en España, Mons. José Sánchez González hace entrega, en la ciudad de Las Tablas, de una nueva reliquia solicitada por el Obispo de Chitré el 5 de diciembre de 2003. El recibimiento apoteósico, renovó y fortaleció los compromisos de fe del pueblo Santeño y Herrerano.
Los Tableños aman la unidad, aman la paz y la feliz convivencia y se enorgullecen de su fe.
El 21 de julio de 1962, hace 45 años, en las Provincias de Herrera y Los Santos, el Beato Juan XIII constituye la Sede de una nueva Diócesis, baluarte de la Nueva Evangelización: “nueva en su ardor, nueva en sus métodos y nueva en su expresión”.
Nuestra Diócesis, vibra, se renueva y cobra impulsos para la Nueva Evangelización con la presencia, de muchos jóvenes que año tras año confluyen de todos los caminos de la geografía Patria en búsqueda de Dios y de la paz que sólo puede otorgarles la orientación católica.
Azuero, es un pueblo de características particulares dentro de la nacionalidad panameña. Es un pueblo que se siente orgulloso de sus valores y tradiciones católicas. Es un pueblo que respeta sus raíces en la vivencia de la religiosidad popular, es un pueblo que se destaca a nivel nacional por su folklore.
Azuero, y así es también esta joven Iglesia, es un pueblo alegre. En este caminar hemos aprendido y comprendido, que la Nueva Evangelización, la Planeación Pastoral y la Pastoral de Conjunto constituyen tres elementos necesarios para que la Iglesia, en Azuero, pueda ser fiel a su misión evangelizadora en la hora presente.
Es digna de mención la fundación del Seminario Mayor de Santa María La Antigua, en La Villa de Los Santos, “cuna de la primera evangelización” el 25 de Marzo de 2004.
Aquí, no nos cansamos de implorar la intercesión de San Juan Bautista y “Santa Librada”, “nuestros patronos” para que crezcamos en comunión fraterna, en espíritu de discernimiento y en actitud de servicio, dispuestos siempre a testimoniar que el Reino de Dios está en medio de nosotros.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
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