viernes, 28 de septiembre de 2007

Otra vez el transporte

2007-09-16
A tiro de piedra
Otra vez el transporte

Una vez más los buseros metidos a diputados intentan redactar una ley de transporte para defender sus intereses, y no para cumplir la función social que debe ser el propósito de tal legislación. Garantizarse la mayoría de miembros en la Junta de Transporte, entre otros, es una de sus pretensiones. De esa manera se aseguran que nada ni nadie los pondrá en orden.

Resulta absurdo e incongruente que los propietarios y conductores de autobuses participen, con voz y voto, en el organismo que debe velar por el cumplimiento de la ley de transporte y por la imposición de las sanciones. Por otra parte, esa vocería y participación en la toma de decisiones de la Autoridad de Tránsito también toca a otros conductores y personas que ni son transportistas, ni son pasajeros. Es la política de poner el ratón a cuidar el queso propio, y, además, el ajeno.

En mi opinión, el organismo donde participen los buseros, debe ser un organismo meramente consultivo y circunscrito a la actividad del transporte de pasajeros. Deben estar en paridad con los usuarios, aunque en el fondo creo que estos últimos deberían tener mayor representación; pero la paridad se aceptaría para que pueda funcionar la junta u organismo que atienda los problemas y las realidades del transporte de pasajeros.

La realidad actual, y la que se pretende imponer en la reforma de la ley de transporte, deja a la Autoridad del Tránsito sin verdadera autoridad. Es necesario devolverle lo que se le ha quitado, o reducirla a una dirección adscrita al Ministerio de Gobierno, para no gastar tanto dinero en salarios y recursos que no se justifican si la Autoridad de Tránsito no puede cumplir con la función que se supone le da el estado en materia de tránsito y transporte terrestre.

Para una inmensa mayoría de panameños, especialmente de la capital, la anarquía en el sector transporte nos tiene hastiados. El descontento es real, y se refleja en las encuestas. Como aún no estamos organizados, nuestra voz todavía está confinada al plano de la opinión pública; pero llega la hora en que nos reuniremos y nos haremos sentir. Si la ley que discute la Asamblea resulta un fiasco y un instrumento de acomodo para los buseros, lo que viene será una lucha cívica que podría alcanzar otras áreas y actividades que afectan nuestra calidad de vida.

Desde este espacio me comprometo a iniciar una campaña, bajo el lema: Ni un busero más a la Asamblea. Espero que sea el génesis de esta lucha cívica que menciono. Faltan 20 meses para las elecciones generales del 2009 y tenemos que inculcar entre los ciudadanos el poder que representa nuestro voto. Vamos a comenzar por los buseros metidos a diputados, para que salgan de la Asamblea. La persona que quiera apoyar esta idea, que converse con sus familiares y sus amigos. En cada correo electrónico, en cada mensaje de texto, en cada conversación, el lema será: Ni un busero más a la Asamblea. Al ataque mis valientes, que nosotros sí podemos.

Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org

Ir a Panorama Católico Edición Digital

No hay comentarios: