jueves, 28 de agosto de 2008

Guabito (II parte)

2008-08-10
La Voz del Pastor
Guabito (II parte)

Hace algún tiempo publicamos en esta sección un artículo sobre Guabito. En él nos ocupamos de los orígenes y desarrollo de esta población, de su historia y geografía humana, social y económica; de una probable primera evangelización del área en la época colonial y, de la sí segura presencia del padre Pablo José Völk, cuando en octubre y noviembre de 1896 llevó a cabo su primera gira misionera "en el río Sic Solar" (sic). Con todo, el nombre concreto de Guabito, no aparece en los libros parroquiales hasta octubre de 1917, con ocasión de la visita de monseñor Rojas y Arrieta, obispo de Panamá. En éste trataremos de la riqueza pastoral de Guabito.

A Guabito le podemos aplicar la ya tópica expresión de que "es una realidad multiétnica y pluricultural". En su área conviven morenos y latinos, ngöbes, nasos y bribris, con predominio de los latinos y ngöbes; amén de la multiplicada presencia de chinos, en supermercados y restaurantes. Cada grupo con su lengua y su identidad cultural propia.

Algo similar ocurre en el ámbito religioso. Predominan los católicos, con sendas minorías de metodistas y episcopalianos, sobre una amplia gama de testigos de Jehová y sectas evangélicas, en un abanico multiforme de denominaciones para todos los gustos. Sin que falten quienes reconocen no pertenecer "a ninguna iglesia".

La Católica tiene un peso específico bien reconocido, por lo que contra ella menudean las diatribas de algunos grupos evangélicos. La comunidad católica es parte de la parroquia Santa Isabel de Hungría, de Changuinola, que multiplica su presencia en las hermosas capillas de Guabito, California, La Mesa y Las Tablas. Los sacerdotes agustinos recoletos de la parroquia atienden estas comunidades, con un programa bien coordinado, de modo que Guabito recibe su visita todos los domingos, Las Tablas cada quince días y La Mesa y California una vez al mes. En circunstancias especiales, siempre que sea necesario.

Algunas comunidades, como las Fincas 51, 52 y 54, El Silencio, Zegla Bonyik, algunas con capilla propia, también son visitadas de forma organizada, con más o menos frecuencia. Así como las que podríamos llamar "rurales", San San, San San Drui, La Tigra, Tiger Hill, El Guabo de Yorkín y Sieyik, según la situación de cada una. Ante la construcción de nuevas vías de comunicación o mejora de las existentes, el padre Roberto ya está considerando la posibilidad de ampliar sus giras misioneras a Sibube, Sinostri, Las Delicias, y quién sabe cuántas más.

El área de Guabito cuenta con un grupo numeroso de catequistas, mujeres y varones, jóvenes y adultos. Brazo activo de la pastoral, los catequistas coordinan la acción de la parroquia en sus comunidades. Cuando es necesario, presiden la "Celebración de la Palabra", preparan a las familias para el sacramento del bautismo de los niños, imparten las catequesis de comunión y confirmación... Todo bajo la responsabilidad de los sacerdotes de la parroquia.

En varias comunidades se activan movimientos especiales, como el llamado "Grupo del Rosario", cuyas integrantes se reúnen una vez por semana en la residencia de una de ellas, y rezan: por sus familias, por su comunidad, por la parroquia y la Iglesia, colaboran con la Cáritas parroquial y acogen a las familias de Costa Rica, que llegan a Guabito para la Eucaristía dominical o el bautismo de algún hijo.

Mencionemos también los "Grupos juveniles" de Guabito y Las Tablas, herencia valiosa de los desvelos pastorales del padre Pepe (q.e.p.d.), animados ahora por la catequista Beti Jované. Con su juventud animan las actividades parroquiales, participan en los encuentros diocesanos y, superando los problemas de financiamiento y lejanía, se benefician espiritualmente de los nacionales de Monagrillo.

Otro movimiento muy importante es el de los “Cursos de Formación Familiar y Social" que, con programas bien diseñados y la colaboración de técnicos en diferentes disciplinas, busca la formación cristiana y social de señoras que trabajan en las fincas bananeras de Guabito, California, La Mesa, Las Tablas, Barranco Adentro y Puente Blanco. En cada una de estas comunidades se reúne una vez por semana un promedio de veinticinco señoras que, durante varios meses reciben una sólida capacitación, como mujeres cristianas y responsables de un hogar.

Guabito es un área pastoralmente bien organizada. El padre Pepe trabajó durante años en este sector de la parroquia. Con él, se desvivió por estas comunidades la catequista Beti Jované. Hoy continúa, con el grupo de catequistas, su labor misionera. Y es, nadie lo duda, el alma de la Iglesia en Guabito y sus comunidades.

Mons. José Agustín Ganuza, o.a.r.
Obispo emérito de Bocas del Toro

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