2008-08-24
El Ojo del Profeta
El ejemplo a imitar
Irving Saladino es un ejemplo para nuestra juventud y para los que ya han dejado esa etapa. Más que la medalla de oro olímpica, lo hacen grande su humildad y sencillez, además de su fe en Dios y el mutuo amor que comparte con su padre, su madre y el resto de su familia. Contrastan esas virtudes con las actitudes de algunos que, en lo profundo, nos gustaría que fueran más edificantes. La imagen de la premiación transmitida por la televisión resultó empañada, y no, precisamente, por causa de la señal del satélite. Esperamos que el ejemplo de Irving Saladino sea imitado más allá del deporte mismo, para beneficio de un país huérfano de modelos en virtud y moral.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
Ir a Panorama Católico Edición Digital
El Ojo del Profeta
El ejemplo a imitar
Irving Saladino es un ejemplo para nuestra juventud y para los que ya han dejado esa etapa. Más que la medalla de oro olímpica, lo hacen grande su humildad y sencillez, además de su fe en Dios y el mutuo amor que comparte con su padre, su madre y el resto de su familia. Contrastan esas virtudes con las actitudes de algunos que, en lo profundo, nos gustaría que fueran más edificantes. La imagen de la premiación transmitida por la televisión resultó empañada, y no, precisamente, por causa de la señal del satélite. Esperamos que el ejemplo de Irving Saladino sea imitado más allá del deporte mismo, para beneficio de un país huérfano de modelos en virtud y moral.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
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