2008-08-10
El Ojo del Profeta
Espíritu olímpico
El mayor ejemplo del espíritu olímpico es el respeto hacia el competidor, no importa si se gana o se pierde. Más importante que una medalla, la honestidad y la camaradería se imponen en todo momento. Se compite limpiamente, y se triunfa o se acepta la derrota en buena lid.
Sin embargo, nuestra delegación a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 da muestras de flaqueza en su espíritu deportivo. Descontento entre algunos atletas, idos y quedados; cuestionada cantidad de viajeros; y disputas entre directivos, son las demostraciones que maculan el escenario del olimpismo local.
Quiera Dios, y también nuestra dirigencia olímpica panameña, que pronto se superen las diferencias y se venzan los obstáculos, para que el deporte nacional se engrandezca en su espíritu, en su esencia y en su calidad.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
Ir a Panorama Católico Edición Digital
El Ojo del Profeta
Espíritu olímpico
El mayor ejemplo del espíritu olímpico es el respeto hacia el competidor, no importa si se gana o se pierde. Más importante que una medalla, la honestidad y la camaradería se imponen en todo momento. Se compite limpiamente, y se triunfa o se acepta la derrota en buena lid.
Sin embargo, nuestra delegación a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 da muestras de flaqueza en su espíritu deportivo. Descontento entre algunos atletas, idos y quedados; cuestionada cantidad de viajeros; y disputas entre directivos, son las demostraciones que maculan el escenario del olimpismo local.
Quiera Dios, y también nuestra dirigencia olímpica panameña, que pronto se superen las diferencias y se venzan los obstáculos, para que el deporte nacional se engrandezca en su espíritu, en su esencia y en su calidad.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
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