viernes, 6 de junio de 2008

¿Negligencia o intención?

2008-06-08
A tiro de piedra
¿Negligencia o intención?

El domingo anterior hice mención de una multa de tránsito que me impuso un sargento de la policía de apellido Sierra, quien junto a otros dos agentes, una de ellos mujer, se dedicaban a cazar conductores a una distancia de más de 200 metros del puente elevado frente a la entrada de Burunga, en dirección hacia la ciudad de Panamá. Decía, también, que tenía mis sospechas acerca de la operación que realizaban, y que yo consideraba que no había cometido la infracción. Volví, vi y comprobé mi sospecha.

Vuelvo sobre el tema, porque quiero que sea como una denuncia pública. Recorrí cuidadosamente el área, para comprobar si en realidad había yo cometido la infracción de ir a exceso de velocidad en una zona de 80 kilómetros por hora, a los 95 k.p.h. que, según el sargento Sierra, marcó su radar cuando pasaba con mi vehículo. El resultado fue negativo. El sargento Sierra, y el resto de los agentes que le acompañaban la tarde del domingo 25 de mayo, no tenían razón en su afirmación.

En el trayecto, al salir de la autopista Arraiján – La Chorrera, hay una señal que pide conducir a 80 k.p.h. Más adelante, al pasar los entronques, hay un letrero amarillo en forma de rombo, mucho más grande que la señal de 80 kilómetros, que dice: Reasuma la velocidad. Desde allí hasta el punto en que se instaló el sargento Sierra, con los agentes que lo acompañaban en el autopatrulla 80076, NO HAY MAS SEÑALES.

Ya comprobado lo anterior, las preguntas que me hago son: ¿Hubo negligencia en la actuación de los agentes? ¿Hubo mala intención? En el primer caso, el asunto merece una reprimenda y una sanción disciplinaria; en el segundo, deben confesar cuál era su intención y, posiblemente, la baja deshonrosa por falta de honestidad y por corrupción al ejercer su cargo.

La policía es una institución que debe inspirar confianza y actuar de manera honesta y transparente, porque en ella los ciudadanos ponemos nuestra fiabilidad para que nos cuide y proteja en su deber de brindarnos la seguridad pública. Cuando un policía dice que ve un letrero blanco y con letras negras de 3 pies cuadrados, pero no ve uno de fondo amarillo y letras negras con una dimensión de casi 16 pies cuadrados, la cosa está mal. Si vio el más pequeño y menos notorio, ¿porqué no vio el más grande y llamativo?

Ese asunto me olió mal desde el principio; por eso fui a comprobarlo. Me impusieron una multa, a mí y a otros más, no sé si fue por negligencia o por corrupción. Quedará, también, registrada en mi historial de conductor y me descontarán puntos por la falsa infracción. ¿Quién me resarcirá ese daño? Si alguna autoridad lee esto, y espero que así sea, que haga justicia y saque de circulación a esos agentes que, al momento, no sé si son incompetentes o una cuadrilla de bellacos propensos a practicar la corrupción policial que tanto daño le hace a la institución y a los ciudadanos que somos víctimas de tan inmoral proceder.

Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org

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