2008-03-23
Editorial
¡Resucitó!
Cristo ha resucitado y con él también hemos resucitado nosotros para la Vida Eterna. En su Pasión, Muerte y Resurrección gloriosa nos ha redimido y nos ha dado la salvación. Cristo ha pagado, con su sacrificio y con su sangre, el precio de nuestra liberación.
La memoria que hacemos en estos días de su entrega en la cruz, no significa que Cristo vuelve a morir; Cristo ya no muere más, porque resucitó definitivamente. Lo que hacemos es recordar todos esos acontecimientos, como parte de nuestra profesión de fe y como mandamiento de celebrar estos misterios hasta su segunda venida en la gloria de Dios Padre.
Nuestra celebración en estos días es el anticipo para la Pascua de Resurrección, que festejamos con regocijo este domingo. Más que tristeza, la Pasión y Muerte de Jesucristo la vivimos en la meditación, la oración profunda y en las obras de misericordia que se incrementan en esta época. La austeridad, la abstinencia y el ayuno de alimento y de goce terrenal nos ayudan en nuestra purificación, nuestra conversión y en hacernos uno con el prójimo necesitado.
¡Resucitó! Es la única verdad que debe acompañarnos hoy. Jesucristo nos libró de la muerte; la venció y aniquiló al amo de este mundo. Con Cristo y en Cristo vencemos y con él renacemos y nos dejamos transformar día a día por las manos amorosas del Padre en la imagen de su Hijo amado.
¡Feliz Pascua!
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
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Editorial
¡Resucitó!
Cristo ha resucitado y con él también hemos resucitado nosotros para la Vida Eterna. En su Pasión, Muerte y Resurrección gloriosa nos ha redimido y nos ha dado la salvación. Cristo ha pagado, con su sacrificio y con su sangre, el precio de nuestra liberación.
La memoria que hacemos en estos días de su entrega en la cruz, no significa que Cristo vuelve a morir; Cristo ya no muere más, porque resucitó definitivamente. Lo que hacemos es recordar todos esos acontecimientos, como parte de nuestra profesión de fe y como mandamiento de celebrar estos misterios hasta su segunda venida en la gloria de Dios Padre.
Nuestra celebración en estos días es el anticipo para la Pascua de Resurrección, que festejamos con regocijo este domingo. Más que tristeza, la Pasión y Muerte de Jesucristo la vivimos en la meditación, la oración profunda y en las obras de misericordia que se incrementan en esta época. La austeridad, la abstinencia y el ayuno de alimento y de goce terrenal nos ayudan en nuestra purificación, nuestra conversión y en hacernos uno con el prójimo necesitado.
¡Resucitó! Es la única verdad que debe acompañarnos hoy. Jesucristo nos libró de la muerte; la venció y aniquiló al amo de este mundo. Con Cristo y en Cristo vencemos y con él renacemos y nos dejamos transformar día a día por las manos amorosas del Padre en la imagen de su Hijo amado.
¡Feliz Pascua!
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
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