martes, 8 de mayo de 2007

Sectas peligrosas

2007-05-06
Editorial
Sectas peligrosas

La libertad religiosa es un derecho de toda persona, que incluye manifestar su creencia publicamente sin ser molestado. Sin embargo, cuando una religión prédica una fe de manera violenta, y la intenta imponer de igual forma, ya deja de ser algo bueno para la población.Una fe seria busca el bienestar individual y colectivo de quienes la profesan, fundamentado en la paz, el amor y el respeto; tanto para uno mismo como para los demás. Por eso preocupa cuando algunos grupos hacen lo contrario, y hasta pretenden convencer a la gente que su líder es un dios. Por lo general, este tipo de actividad religiosa viene acompañada de acción proselitista agresiva, sectarismo, y convulsión social en el área en la que se entroniza.

Tal es el caso de la secta que opera en un poblado de Chimán, y puesta en evidencia por un canal de televisión local. Los conflictos entre los lugareños, la actitud agresiva contra las autoridades locales, y el reclutamiento forzoso de menores de edad son, entre otros, algunos elementos que entrañan peligro entre esa población.

Compete a las autoridades nacionales observar, evaluar, y actuar conforme a lo que acontece. Una cosa es la libertad religiosa, que apoyamos y defendemos, y otra muy distinta que cualquier persona o grupo venga presentándose en nombre de un líder que se cree un dios, y que a su criterio, antojo, y capricho, impone leyes y prácticas religiosas que no en todos los casos hacen bien.

Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
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