2009-05-10
Editorial
Jornada cumplida
Salvo por algunos detalles hemos completado el proceso electoral, con una participación amplia de la población votante. En gran medida, también, se realizó el ejercicio del sufragio, en total orden y civismo. Con las excepciones de algunos incidentes en el traslado de unas cuantas actas y en el recuento de votos, tanto la actuación de los funcionarios electorales y de los representantes de los partidos, como los comicios se desenvolvieron de manera prístina y honesta.
El voluntariado electoral del pueblo panameño, que se constata en los delegados electorales, los miembros y jurados de mesa, y los observadores de la Iglesia Católica, representa un ejemplo altruista e imitable para la nuestra y las demás naciones de la región.
Queda ahora esperar la transición ordenada del gobierno, la espera paciente para asumirlo, y el ejercicio de una gestión gubernamental que, en los próximos 5 años, haga válidas y reales las principales promesas que motivaron a la ciudadanía a darle poder y mandato a quienes eligió como autoridades y gobernantes.
Confiamos en el cumplimiento de la palabra empeñada por nuestra clase política. Confiamos en el respeto mutuo que deben prodigarse los políticos del oficialismo y de la oposición. Pero más aún, confiamos en el ejercicio honesto, auténtico y diligente del papel y las funciones que le corresponde desempeñar a cada quien, se fíe de Dios y cumpla, fielmente, con su deber de persona de bien y ciudadano ejemplar.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
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Editorial
Jornada cumplida
Salvo por algunos detalles hemos completado el proceso electoral, con una participación amplia de la población votante. En gran medida, también, se realizó el ejercicio del sufragio, en total orden y civismo. Con las excepciones de algunos incidentes en el traslado de unas cuantas actas y en el recuento de votos, tanto la actuación de los funcionarios electorales y de los representantes de los partidos, como los comicios se desenvolvieron de manera prístina y honesta.
El voluntariado electoral del pueblo panameño, que se constata en los delegados electorales, los miembros y jurados de mesa, y los observadores de la Iglesia Católica, representa un ejemplo altruista e imitable para la nuestra y las demás naciones de la región.
Queda ahora esperar la transición ordenada del gobierno, la espera paciente para asumirlo, y el ejercicio de una gestión gubernamental que, en los próximos 5 años, haga válidas y reales las principales promesas que motivaron a la ciudadanía a darle poder y mandato a quienes eligió como autoridades y gobernantes.
Confiamos en el cumplimiento de la palabra empeñada por nuestra clase política. Confiamos en el respeto mutuo que deben prodigarse los políticos del oficialismo y de la oposición. Pero más aún, confiamos en el ejercicio honesto, auténtico y diligente del papel y las funciones que le corresponde desempeñar a cada quien, se fíe de Dios y cumpla, fielmente, con su deber de persona de bien y ciudadano ejemplar.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
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