lunes, 23 de marzo de 2009

Taxis de amarillo

2009-03-22
A tiro de piedra
Taxis de amarillo

Una vez más pide prórroga para pintar los taxis de color amarillo un sector de los dueños de taxi de la capital. Mientras una parte de los propietarios ha cumplido con la reglamentación, otra encuentra mil y una excusas para burlarse de la autoridad y continuar con el desorden.

Tres prórrogas se han dado en este asunto, desde que se venció el primer plazo en octubre de 2007. A pesar de que la medida se anunció en junio de 2006 en la Gaceta Oficial y de las prórrogas concedidas, todavía a esta fecha más de la mitad de los dueños de taxi incumple con la norma. La pregunta es: ¿cuántos años se necesitan para pintar un taxi? La Autoridad de Tránsito parece incapaz de hacer cumplir la reglamentación, y por eso se abusa y se burlan de ella. Para nadie es un secreto que el sector transportista, buseros y taxistas, es el que más irrespeta las normas de transporte y tráfico, y resulta ser el más beneficiado con moratorias, exoneraciones, prórrogas y dádivas económicas, a pesar del historial de violaciones a la ley, daño económico, y perjuicios humanos y materiales provocados por su irresponsabilidad. Eso sin contar el daño moral que infligen a los transportistas decentes, producto de la mala reputación que los bergantes han provocado a los que sí son responsables.

Es tiempo que las autoridades pongan fin a tanto abuso, comenzando con negarle la prórroga de la obligación de pintar los taxis de amarillo. El chantaje moral de los propietarios bellacos y los juegavivo, que se niegan a pintar sus vehículos esperanzados en la nueva prórroga o la eliminación de la medida, debe acabar. Ese cuento de dejar a la población sin transporte selectivo si les paran los carros, tiene su medicina. Hay que hacer cumplir el plazo, y garantizarle el transporte a la población. Para eso se pueden hacer varias cosas, como restringirle las horas y los días de circulación y el rechazo del revisado anual.

Si la Autoridad de Tránsito se lo propone, puede asignarle tres días a la semana para circular a los taxis cuya placa termina en número impar, y otros tres para aquellos que la matrícula termina en par. El domingo es de paro obligatorio para todos los que no están pintados de amarillo. Si quiere endurecer la medida, puede autorizar la circulación solamente en las horas pico del día, en dos jornadas: la mañana para los impares y la tarde para los pares. Con esta fórmula unos sólo circularían entre las 6:00 y las 10:00 de la mañana, y otros de 4:00 de la tarde a 8:00 de la noche. La prohibición de circulación dominical se mantendría.

Panamá ya no soporta más desorden ni irrespeto a las leyes. Vivimos en una sociedad agresiva, donde la capital y sus alrededores se lleva todos los puntos. La región comprendida entre Arraiján, Panamá, San Miguelito y Colón, con poco más de un millón de habitantes, es la campeona en violencia, inmoralidad y desmanes de todo tipo; cuando se contagie el resto del país, en la misma medida, estaremos perdidos.

Lo que se haga para frenar tanto abuso e irresponsabilidad es vital y debe hacerse pronto. Y el primer escarmiento bien podría ser que se hiciera cumplir la norma de pintar los taxis de color amarillo.

Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org

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