lunes, 27 de octubre de 2008

El Anuncio del Evangelio, misión de la Iglesia

2008-10-19
La Voz del Pastor
El Anuncio del Evangelio, misión de la Iglesia

La gracia de la creación, de la redención y la salvación del hombre son un misterio de Dios; sin embargo somos llamados a participar de este misterio. Este mes de octubre la Iglesia nos invita a asumir el compromiso de anunciar el Evangelio. No es sólo en el mes de octubre de cada año que debemos recordar nuestra obligación, sino que cada día tenemos que ser conscientes de nuestra misión; sin embargo, la Iglesia quiere que durante este mes oremos, hagamos sacrificios y demos nuestro aporte económico para las misiones.

Dios, en su infinito amor ha creado al hombre pero quiere que participe de la salvación que Él ofrece: “quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad” ( 1 Tim2,4). Razón por la cual envía a su hijo y nos da el Espíritu Santo para que le conozcamos y le amemos. Nuestro corazón anhela la felicidad, pero esta felicidad solo la podemos encontrar en Dios.

El Dios Padre confía a la Iglesia este mandato de anunciar el mensaje de Salvación que nos ha traído Jesucristo a todos los hombres. Y es tan necesario este anuncio, que el hombre tiene derecho a llenar ese vacío que sólo Dios puede saciar. Solo Jesucristo puede liberar al hombre del pecado y convertirlo en Hijo de Dios. Por esto, es necesario anunciar a todos, de modo sereno y positivo, la verdad cristiana en su integridad, armonía y belleza que es fascinante y atractivo también al hombre de nuestros tiempos. De este modo el hombre puede conocer la Verdad total que es Cristo y vivir su existencia con sentido y en felicidad.

Todo cristiano tiene el derecho y el deber de anunciar a Jesucristo. Podemos decir que este derecho y deber se convierte en una exigencia profunda de la vida de Dios en él. Esta necesidad de anunciar a todos el evangelio, nace en el cristiano del deseo de compartir con los demás, todo aquello que es gracia y que es el gran don de la fe. El mismo Jesús envía sus discípulos: “ Id por todo el mundo y proclamad el evangelio a toda creatura; el que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará” (Mc.16, 15-16).

La Iglesia siempre ha cumplido esta misión y la seguirá cumpliendo. Es derecho y deber de la Iglesia anunciar todo el evangelio a todos los hombres, en el modo más fiel posible, evitando ambigüedades y reservando a este anuncio el primer lugar dentro de todas sus actividades. Toda la actividad de la Iglesia debe ser inseparable del empeño de ayudar a todos a encontrar a Cristo en la fe. Esta norma de conducta ha sido válida durante toda la historia de la Iglesia y continuará siéndolo siempre.

La acción evangelizadora de la Iglesia no puede venir nunca a menos, porque nunca faltará la presencia del señor con la fuerza del Espíritu Santo, según su promesa “Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. ( Mt 28,20).

La sociedad actual tiene necesidad del anuncio del evangelio “ porque el mismo no lleva al empobrecimiento o desaparición de todo lo que cada hombre, pueblo, nación y cultura reconocen y realizan en la historia como bien, verdad y vélelas. Es más, el evangelio induce a asimilar, desarrollar y vivir todos estos valores con magnanimidad y alegría, y a completarlos con la misteriosa y sublime luz de la revelación” (Slavorun Apostoli No.18).

De allí nuestra misión de anunciar a Jesucristo, para que el hombre viva en armonía consigo mismo, con la sociedad, con la naturaleza y con Dios su Padre; así mismo la sociedad podrá ser orientada hacia el bien común y el respeto a los demás, valorando todo lo bueno que Dios ha creado para la felicidad y el bien de todos.

Monseñor Audilio Aguilar
Obispo de Colón

Ir a
Panorama Católico Edición Digital

No hay comentarios: