2008-09-07
La Voz de Pastor
La fiesta de Santa María La Antigua
El próximo martes 9 de septiembre celebraremos la fiesta de Santa María La Antigua, patrona de la Catedral Metropolitana, de la Arquidiócesis y de la República de Panamá.
Al honrar ese día a nuestra madre celestial, bajo la advocación de Santa María La Antigua, no sólo estamos alabando a Dios por haber elegido a María como madre de su hijo, sino también damos gracias a Jesucristo porque la hizo Madre nuestra. El apelativo de “la Antigua” nos permite evocar la primera definición dogmática que el Magisterio de la Iglesia hizo sobre la Santísima Virgen proclamándola oficialmente como “Madre de Dios” (THEOTOKOS) en el Concilio de Efeso, en el año 431.
Pensando en nuestra Iglesia Católica de Panamá, la fiesta de Santa María La Antigua, fijada por la Santa Sede para el 9 de septiembre, nos permite no sólo refrescar nuestra historia, sino también identificarnos con ella, haciendo memoria de tantos acontecimientos en los que por casi cinco siglos Dios ha intervenido y se ha manifestado para dar a nuestra Iglesia y nuestro país su identidad cristiana, católica y mariana.
Debemos tener presente que la advocación de Santa María La Antigua fue primero traída a tierra firme a inicio del siglo XVI por Alonso de Ojeda y Diego de Nicuesa. Con este nombre se designó oficialmente el primer pueblito fundado por los conquistadores en la tierra firme del nuevo mundo, en la parte occidente del río Atrato, quitando el nombre de la Guardia y reemplazándolo por el de esta advocación mariana, en cumplimiento de una promesa a la virgen venerada en la Catedral de Sevilla.
Cuando el Papa León X, respondiendo a la súplica del Rey Felipe II, funda la primera Diócesis en tierra firme, llamada Castilla de Oro, eleva la capillita de Santa María La Antigua a rango de Catedral, constituye el pueblito en ciudad y nombra el primer Obispo en la persona de Fray Juan de Quevedo, franciscano.
Correspondió al segundo Obispo de Santa María La Antigua, el dominico Fray Vicente Peraza, o.p., trasladar la sede de la Diócesis, con su catedral y su cabildo catedralicio, a la recién fundada ciudad de Panamá, a instancias de su fundador, el gobernador Pedro Arias Dávila, en el mes de julio de 1524. Todavía el nuevo continente ni se llamaba América, ni se había separado de España; por tanto, no estaban configuradas las naciones con sus nombres y límites. Había dos grandes regiones: Nueva Andalucía y Castilla de Oro, a la que pertenecía nuestro istmo con sus respectivos gobernadores. Tenemos a la mano fuentes históricas que dan fe de este traslado de la sede de la ciudad de Santa María La Antigua a la ciudad de Panamá.
En esta segunda catedral en Panamá (hoy Panamá la vieja, con su campanario restaurado) la titular sigue siendo Santa María La antigua, en fidelidad a la Bula de creación de la Diócesis conocida por sus primeras palabras latinas: “PASTORALIS OFFICII DEBITUM” (para cumplir con nuestro deber pastoral) del Papa León X, con la que éste la asignó a perpetuidad como patrona (“y a nadie será lícito cambiar sin incurrir en la ira de Dios”).
A raíz de la destrucción de la primera ciudad de Panamá, en enero de 1671, ésta se refunda el 21 de enero de 1673 en las cercanías del cerro Ancón, y corresponde al Obispo Don Antonio De León bendecir el sitio de la catedral. Ésta es la tercera. Durante su larga etapa de edificación ésta sufrió dos incendios hasta que, finalmente, gracias a la tenacidad del primer Obispo panameño, Don Francisco Javier de Luna, se terminó y fue consagrada el 4 de abril de 1796 por el Obispo Remigio de la Santa y Ortega, reafirmando el título de la patrona Santa María La Antigua.
El 9 de septiembre de 1998, Santa María La antigua fue declarada patrona de la Arquidiócesis de Panamá, acto ratificado por la Santa Sede el 20 de diciembre del mismo año.
El 9 de septiembre del año jubilar (2000), la Conferencia Episcopal Panameña, en el gimnasio Roberto Durán, ante más de diez mil fieles, con la presencia del Arzobispo de Sevilla, Cardenal Carlos Amigo Vallejo, y el presidente del Secretariado del Episcopado Centroamericano, S. E. R. Monseñor Raúl Corriveau, proclamó a Santa María La Antigua patrona de la República de Panamá.
Esta proclamación fue ratificada por la Santa Sede en febrero de 2001, a solicitud no sólo de la Conferencia Episcopal Panameña, sino también del Gobierno nacional representado en ese momento por la Sra. Doña Mireya Moscoso, presidenta de la República de Panamá.
Celebremos con entusiasmo y gratitud la fiesta de Nuestra Madre y patrona Santa María La antigua.
Mons. José Dimas Cedeño Delgado
Arzobispo de Panamá
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La Voz de Pastor
La fiesta de Santa María La Antigua
El próximo martes 9 de septiembre celebraremos la fiesta de Santa María La Antigua, patrona de la Catedral Metropolitana, de la Arquidiócesis y de la República de Panamá.
Al honrar ese día a nuestra madre celestial, bajo la advocación de Santa María La Antigua, no sólo estamos alabando a Dios por haber elegido a María como madre de su hijo, sino también damos gracias a Jesucristo porque la hizo Madre nuestra. El apelativo de “la Antigua” nos permite evocar la primera definición dogmática que el Magisterio de la Iglesia hizo sobre la Santísima Virgen proclamándola oficialmente como “Madre de Dios” (THEOTOKOS) en el Concilio de Efeso, en el año 431.
Pensando en nuestra Iglesia Católica de Panamá, la fiesta de Santa María La Antigua, fijada por la Santa Sede para el 9 de septiembre, nos permite no sólo refrescar nuestra historia, sino también identificarnos con ella, haciendo memoria de tantos acontecimientos en los que por casi cinco siglos Dios ha intervenido y se ha manifestado para dar a nuestra Iglesia y nuestro país su identidad cristiana, católica y mariana.
Debemos tener presente que la advocación de Santa María La Antigua fue primero traída a tierra firme a inicio del siglo XVI por Alonso de Ojeda y Diego de Nicuesa. Con este nombre se designó oficialmente el primer pueblito fundado por los conquistadores en la tierra firme del nuevo mundo, en la parte occidente del río Atrato, quitando el nombre de la Guardia y reemplazándolo por el de esta advocación mariana, en cumplimiento de una promesa a la virgen venerada en la Catedral de Sevilla.
Cuando el Papa León X, respondiendo a la súplica del Rey Felipe II, funda la primera Diócesis en tierra firme, llamada Castilla de Oro, eleva la capillita de Santa María La Antigua a rango de Catedral, constituye el pueblito en ciudad y nombra el primer Obispo en la persona de Fray Juan de Quevedo, franciscano.
Correspondió al segundo Obispo de Santa María La Antigua, el dominico Fray Vicente Peraza, o.p., trasladar la sede de la Diócesis, con su catedral y su cabildo catedralicio, a la recién fundada ciudad de Panamá, a instancias de su fundador, el gobernador Pedro Arias Dávila, en el mes de julio de 1524. Todavía el nuevo continente ni se llamaba América, ni se había separado de España; por tanto, no estaban configuradas las naciones con sus nombres y límites. Había dos grandes regiones: Nueva Andalucía y Castilla de Oro, a la que pertenecía nuestro istmo con sus respectivos gobernadores. Tenemos a la mano fuentes históricas que dan fe de este traslado de la sede de la ciudad de Santa María La Antigua a la ciudad de Panamá.
En esta segunda catedral en Panamá (hoy Panamá la vieja, con su campanario restaurado) la titular sigue siendo Santa María La antigua, en fidelidad a la Bula de creación de la Diócesis conocida por sus primeras palabras latinas: “PASTORALIS OFFICII DEBITUM” (para cumplir con nuestro deber pastoral) del Papa León X, con la que éste la asignó a perpetuidad como patrona (“y a nadie será lícito cambiar sin incurrir en la ira de Dios”).
A raíz de la destrucción de la primera ciudad de Panamá, en enero de 1671, ésta se refunda el 21 de enero de 1673 en las cercanías del cerro Ancón, y corresponde al Obispo Don Antonio De León bendecir el sitio de la catedral. Ésta es la tercera. Durante su larga etapa de edificación ésta sufrió dos incendios hasta que, finalmente, gracias a la tenacidad del primer Obispo panameño, Don Francisco Javier de Luna, se terminó y fue consagrada el 4 de abril de 1796 por el Obispo Remigio de la Santa y Ortega, reafirmando el título de la patrona Santa María La Antigua.
El 9 de septiembre de 1998, Santa María La antigua fue declarada patrona de la Arquidiócesis de Panamá, acto ratificado por la Santa Sede el 20 de diciembre del mismo año.
El 9 de septiembre del año jubilar (2000), la Conferencia Episcopal Panameña, en el gimnasio Roberto Durán, ante más de diez mil fieles, con la presencia del Arzobispo de Sevilla, Cardenal Carlos Amigo Vallejo, y el presidente del Secretariado del Episcopado Centroamericano, S. E. R. Monseñor Raúl Corriveau, proclamó a Santa María La Antigua patrona de la República de Panamá.
Esta proclamación fue ratificada por la Santa Sede en febrero de 2001, a solicitud no sólo de la Conferencia Episcopal Panameña, sino también del Gobierno nacional representado en ese momento por la Sra. Doña Mireya Moscoso, presidenta de la República de Panamá.
Celebremos con entusiasmo y gratitud la fiesta de Nuestra Madre y patrona Santa María La antigua.
Mons. José Dimas Cedeño Delgado
Arzobispo de Panamá
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