2007-06-10
A tiro de piedra
Apagón protestatario
Apagón protestatario
La protesta realizada por la televisión y la radio panameñas contra el cierre de Radio Caracas Televisión tuvo, en las palabras del canciller venezolano que visitó nuestro país por la asamblea de la OEA, un sabor amargo. Don Nicolás Maduro, nombre del funcionario vale, nos salió con aquello de que los medios panameños no apagaron su señal para pedir la soberanía sobre el Canal de Panamá, cuando estaba bajo el control de los Estados Unidos. Por supuesto que él ni estuvo ni aquí, ni parece conocer la historia del pueblo panameño acerca de ése tema.
Para comenzar, nuestro pueblo ha escrito páginas inolvidables en el libro de su historia y su lucha por recuperar el ejercicio de la soberanía en la otrora Zona del Canal. Muy pequeño era yo, pero recuerdo las imágenes del 9 de enero de 1964, tanto en la televisión como en los periódicos, y las voces que se levantaron en las diferentes emisoras. Ni hablar de las luchas anteriores, que basta consultar en las bibliotecas, particularmente en la Biblioteca Interamericana Simón Bolívar de la Universidad de Panamá, en donde el canciller Maduro –que aún parece estar verde en estos menesteres- podrá encontrar toda la información que desee.
Si quiere apagones, bien puede recurrir a los tantos que propició la dictadura panameña cuando cerró, clausuró y censuró medios de comunicación social. Y esos apagones, señor canciller chavista, los sufrimos en aras de la libertad. Los apagones son por la libertad, y no por una soberanía que obligaba, y obliga, a hablar y a tener encendida la luz y la llama del patriotismo. Pero del verdadero, y no del fingido. Otro apagoncito más: el de los obreros del IRHE en marzo de 1989 en la lucha contra el dictador Noriega.
Nos intenta ilustrar don Nicolás Maduro en materia de libertades, diciéndonos que la frecuencia utilizada por Radio Caracas Televisión tenía 53 años en su poder, y que debe dársele oportunidad a otro, para que la democracia sea ejercitada. Yo le preguntó al canciller de Chávez, ¿por qué su presidente, si piensa así, adula tanto a Fidel Castro, que lleva casi medio siglo en el poder sin darle oportunidad a otros?
La clausura de la frecuencia a RCTV atenta contra la libertad de expresión, aunque la medida esté revestida de legalidad. Y esa misma libertad que se le niega a una parte del pueblo venezolano, de ser informado por un canal de televisión contrario al régimen, paradojicamente don Nicolás Maduro la encontró aquí en Panamá, porque en vez de apagarlo, los medios panameños divulgaron sus nada felices palabras.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
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Para comenzar, nuestro pueblo ha escrito páginas inolvidables en el libro de su historia y su lucha por recuperar el ejercicio de la soberanía en la otrora Zona del Canal. Muy pequeño era yo, pero recuerdo las imágenes del 9 de enero de 1964, tanto en la televisión como en los periódicos, y las voces que se levantaron en las diferentes emisoras. Ni hablar de las luchas anteriores, que basta consultar en las bibliotecas, particularmente en la Biblioteca Interamericana Simón Bolívar de la Universidad de Panamá, en donde el canciller Maduro –que aún parece estar verde en estos menesteres- podrá encontrar toda la información que desee.
Si quiere apagones, bien puede recurrir a los tantos que propició la dictadura panameña cuando cerró, clausuró y censuró medios de comunicación social. Y esos apagones, señor canciller chavista, los sufrimos en aras de la libertad. Los apagones son por la libertad, y no por una soberanía que obligaba, y obliga, a hablar y a tener encendida la luz y la llama del patriotismo. Pero del verdadero, y no del fingido. Otro apagoncito más: el de los obreros del IRHE en marzo de 1989 en la lucha contra el dictador Noriega.
Nos intenta ilustrar don Nicolás Maduro en materia de libertades, diciéndonos que la frecuencia utilizada por Radio Caracas Televisión tenía 53 años en su poder, y que debe dársele oportunidad a otro, para que la democracia sea ejercitada. Yo le preguntó al canciller de Chávez, ¿por qué su presidente, si piensa así, adula tanto a Fidel Castro, que lleva casi medio siglo en el poder sin darle oportunidad a otros?
La clausura de la frecuencia a RCTV atenta contra la libertad de expresión, aunque la medida esté revestida de legalidad. Y esa misma libertad que se le niega a una parte del pueblo venezolano, de ser informado por un canal de televisión contrario al régimen, paradojicamente don Nicolás Maduro la encontró aquí en Panamá, porque en vez de apagarlo, los medios panameños divulgaron sus nada felices palabras.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
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