2009-11-01
El Ojo del Profeta
La bondad total
Cuando se persigue el bien ha de pensarse en el propósito del bien y sus consecuencias, para que tenga el alcance total o de bien supremo. No basta la buena intención, sino la conjunción de intención y acción. Obrar el bien es un acto que debe abarcar al beneficiario y a lo que está a su alrededor, porque de otra manera sería un hecho parcial o discriminante.
Tal es el caso de algunas empresas que, en pos de una buena causa, donan productos y artículos que momentáneamente alcanzan el bien, pero a costa del daño a otros. Lo vemos en los productos contaminantes que resultan desechados, convirtiéndose en basura, y que luego pasan por el proceso normal de su disposición, contaminando el ambiente. Conviene, pues, en esos casos, pensar en completar la obra, para que el bien sea total y no parcial.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
Ir a Panorama Católico Edición Digital
El Ojo del Profeta
La bondad total
Cuando se persigue el bien ha de pensarse en el propósito del bien y sus consecuencias, para que tenga el alcance total o de bien supremo. No basta la buena intención, sino la conjunción de intención y acción. Obrar el bien es un acto que debe abarcar al beneficiario y a lo que está a su alrededor, porque de otra manera sería un hecho parcial o discriminante.
Tal es el caso de algunas empresas que, en pos de una buena causa, donan productos y artículos que momentáneamente alcanzan el bien, pero a costa del daño a otros. Lo vemos en los productos contaminantes que resultan desechados, convirtiéndose en basura, y que luego pasan por el proceso normal de su disposición, contaminando el ambiente. Conviene, pues, en esos casos, pensar en completar la obra, para que el bien sea total y no parcial.
Luis Alberto Díaz
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