viernes, 26 de diciembre de 2008

La Corona Merecida

2008-12-28
El Ojo del Profeta
La Corona Merecida

Todo creyente que libra el buen combate el Señor le tiene preparada una corona de gloria, como premio por su fidelidad y entrega total al Evangelio. Ninguno, aunque haya muerto en esta tierra, morirá para siempre. Esa es la promesa que hoy se cumple en la hermana Gladys Méndez, quien pasó a la casa del Padre hace unos días.

Muchos en la Iglesia que peregrina en Panamá hemos sido testigos de su donación, su coraje y su trabajo con los más pobres. Tenaz, entusiasta y humilde, la hermana Gladys deja una profunda huella entre quienes la conocieron. Vivió una vida provechosa y dedicada al prójimo, sin acumular nada terreno.

Ya entrada en el descanso de la dormición, en espera de la resurrección con Cristo, se anticipa a todos aquellos fieles que, como ella, lo han dejado todo para seguir a Cristo y dar fruto tras morir como el grano de trigo.

Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org

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