2008-07-27
A tiro de piedra
Periodismo televisivo
La tanda matutina de noticias y comentarios tiene muy poca profundidad periodística, porque su alta dosis repetitiva y evidente improvisación en el tratamiento de algunos temas. Los sucesos de policía predominan; y el hablar rápido es el estilo femenino, con sus tonos de voz y arreglo estético similar. Los comentaristas, por su parte, parecen sentir que mientras más gente tienen en la mesa, mejor es el asunto, provocando que se hable mucho y se diga poco.
Es evidente que los informativos matinales deben ser mejorados, para que haya una mejor oferta de ese tipo de programa en la televisión local. Los noticieros, por ejemplo, deben abandonar la práctica del reciclaje de noticias del día anterior, conservando las que lo ameriten e incorporando datos y temas nuevos. En horas tempranas de la noche hay actividades de asociaciones y organizaciones no gubernamentales, que son una fuente para noticias frescas o para ampliar las que se han suscitado en la jornada. El único motivo para no hacerlo es, en mi opinión, el costo que eso implica; sin embargo, contratando periodistas independientes, se puede abaratar y ofrecer un mejor producto al público.
Con los programas de comentarios hay que hacer otro tanto. El comentarista puede preparar un tema de fondo, y comentar la noticia del día en un segmento aparte. El comentario para televisión aún no se desteta del formato radial. La tele es otra cosa y no, necesariamente, tiene que ocuparse de los titulares de los diarios, ya que, por lo general, esos temas vienen de situaciones del día anterior o elaborados por el periódico a través de una investigación periodística.
Panamá es un mercado pequeño para el campo de la información cotidiana, y se estrecha aún más si se enfoca hacia el sector público como única opción. Existe un mundo más grande en el sector privado, pero poca importancia se le da frente a la abrumadora fuerza de la sociedad política. Para lograr un cambio, los medios televisivos deben invertir en la preparación de sus periodistas y exigirle a los comentaristas un desarrollo más profesional de sus programas.
La pobreza cultural que demuestran algunos periodistas y comentaristas de la mañana apena. El público espera más de ellos. Limitado dominio del idioma y de los temas, complican todavía más la situación. La televisión ha pasado a ser el escenario de lo espectacular, en detrimento de lo informativo. Dentro de unos años, cuando la Internet sea de alcance masivo, estará en serios problemas. Por ahora hay que aguantárselas, pero: ¿cuánto tiempo más soportará?
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
Ir a Panorama Católico Edición Digital
A tiro de piedra
Periodismo televisivo
La tanda matutina de noticias y comentarios tiene muy poca profundidad periodística, porque su alta dosis repetitiva y evidente improvisación en el tratamiento de algunos temas. Los sucesos de policía predominan; y el hablar rápido es el estilo femenino, con sus tonos de voz y arreglo estético similar. Los comentaristas, por su parte, parecen sentir que mientras más gente tienen en la mesa, mejor es el asunto, provocando que se hable mucho y se diga poco.
Es evidente que los informativos matinales deben ser mejorados, para que haya una mejor oferta de ese tipo de programa en la televisión local. Los noticieros, por ejemplo, deben abandonar la práctica del reciclaje de noticias del día anterior, conservando las que lo ameriten e incorporando datos y temas nuevos. En horas tempranas de la noche hay actividades de asociaciones y organizaciones no gubernamentales, que son una fuente para noticias frescas o para ampliar las que se han suscitado en la jornada. El único motivo para no hacerlo es, en mi opinión, el costo que eso implica; sin embargo, contratando periodistas independientes, se puede abaratar y ofrecer un mejor producto al público.
Con los programas de comentarios hay que hacer otro tanto. El comentarista puede preparar un tema de fondo, y comentar la noticia del día en un segmento aparte. El comentario para televisión aún no se desteta del formato radial. La tele es otra cosa y no, necesariamente, tiene que ocuparse de los titulares de los diarios, ya que, por lo general, esos temas vienen de situaciones del día anterior o elaborados por el periódico a través de una investigación periodística.
Panamá es un mercado pequeño para el campo de la información cotidiana, y se estrecha aún más si se enfoca hacia el sector público como única opción. Existe un mundo más grande en el sector privado, pero poca importancia se le da frente a la abrumadora fuerza de la sociedad política. Para lograr un cambio, los medios televisivos deben invertir en la preparación de sus periodistas y exigirle a los comentaristas un desarrollo más profesional de sus programas.
La pobreza cultural que demuestran algunos periodistas y comentaristas de la mañana apena. El público espera más de ellos. Limitado dominio del idioma y de los temas, complican todavía más la situación. La televisión ha pasado a ser el escenario de lo espectacular, en detrimento de lo informativo. Dentro de unos años, cuando la Internet sea de alcance masivo, estará en serios problemas. Por ahora hay que aguantárselas, pero: ¿cuánto tiempo más soportará?
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
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