2007-11-04
A tiro de piedra
Mi patria, Panamá
Llegó noviembre y me siento orgulloso de ser panameño. Soy de aquellos que recibió de sus mayores la enseñanza que hay dos cosas importantes en la vida: Dios y la Patria, y en cada una el propio ser y la familia. Soy uno de esos que vestían con ropa nueva para ver el desfile del 3 de Noviembre, y para la Navidad, porque eran acontecimientos importantes y el sacrificio que se hiciera, bien lo valía.
Soy, también, de esos panameños que se sienten orgullosos cuando su bandera ondea, que se enoja hasta los tuétanos cuando la irrespetan, y que no olvida al abuelo que marchaba con los Soldados de Coto y el Cuerpo de Bomberos. Soy de los panameños que siente orgullo cuando canta el himno a voz en cuello, cuando viste una camisilla típica y un sombrero “pintao”, cuando baila un tamborito, o cuando recita la poesía Patria o escucha las marchas Panamá y Canto a la Bandera. Me siento panameño en todo: en la fe en Dios, en la historia, en los triunfos, y en la lucha por hacer mejor nuestra vida y nuestra tierra.
Ese sentimiento y esa emoción me hicieron escribir unos versos, hace algunos años, que ahora quiero compartir con quienes me leen. Dicen así:
Al mes de Noviembre.
No soy yo quien te ha elegido/ para celebrar en ti/ la Patria, el Niño, los muertos/ y la tierra en que nací.
Te eligió desde lo alto/ aquel que reina en los cielos/ Mes de Noviembre que llevas/ de la Patria los recuerdos.
En la bandera cobijas/ de sus hijos los anhelos/ al igual que el Primer Grito/ que desde Los Santos dieron.
Noviembre, Mes de la Patria/ hoy te quiero saludar/ desde el fondo de mi alma/ con un verso y un cantar.
Como es noviembre, le daré una tregua a los buseros con ansias de diputados.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
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A tiro de piedra
Mi patria, Panamá
Llegó noviembre y me siento orgulloso de ser panameño. Soy de aquellos que recibió de sus mayores la enseñanza que hay dos cosas importantes en la vida: Dios y la Patria, y en cada una el propio ser y la familia. Soy uno de esos que vestían con ropa nueva para ver el desfile del 3 de Noviembre, y para la Navidad, porque eran acontecimientos importantes y el sacrificio que se hiciera, bien lo valía.
Soy, también, de esos panameños que se sienten orgullosos cuando su bandera ondea, que se enoja hasta los tuétanos cuando la irrespetan, y que no olvida al abuelo que marchaba con los Soldados de Coto y el Cuerpo de Bomberos. Soy de los panameños que siente orgullo cuando canta el himno a voz en cuello, cuando viste una camisilla típica y un sombrero “pintao”, cuando baila un tamborito, o cuando recita la poesía Patria o escucha las marchas Panamá y Canto a la Bandera. Me siento panameño en todo: en la fe en Dios, en la historia, en los triunfos, y en la lucha por hacer mejor nuestra vida y nuestra tierra.
Ese sentimiento y esa emoción me hicieron escribir unos versos, hace algunos años, que ahora quiero compartir con quienes me leen. Dicen así:
Al mes de Noviembre.
No soy yo quien te ha elegido/ para celebrar en ti/ la Patria, el Niño, los muertos/ y la tierra en que nací.
Te eligió desde lo alto/ aquel que reina en los cielos/ Mes de Noviembre que llevas/ de la Patria los recuerdos.
En la bandera cobijas/ de sus hijos los anhelos/ al igual que el Primer Grito/ que desde Los Santos dieron.
Noviembre, Mes de la Patria/ hoy te quiero saludar/ desde el fondo de mi alma/ con un verso y un cantar.
Como es noviembre, le daré una tregua a los buseros con ansias de diputados.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
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