2007-08-05
Editorial
Ausencia de amor
Los miles de casos por violencia doméstica que reposan en los despachos judiciales son, entre otras cosas, el reflejo de dos situaciones: la falta de amor entre las parejas, y la valentía de las mujeres panameñas para denunciar el maltrato de que son víctimas, dejando atrás el tiempo del silencio ante tal atrocidad y pecado.
Esa ausencia de amor que aludimos, también tiene sus consecuencias en la violencia intrafamiliar que afecta a la niñez y a las personas ancianas, en muchos casos la población más vulnerable por el estado extremo de indefensión que por su realidad padecen.
Quien golpea y maltrata no ama; si amara, jamás haría daño a su prójimo, y mucho menos a los seres que le son cercanos. Panamá necesita urgentemente educar para el amor, y hacerlo a todos los niveles de la sociedad. La erradicación de la violencia, especialmente la intrafamiliar, es un objetivo que debemos esforzarnos por alcanzar.
Urge la realización de campañas contra la violencia en las escuelas, las oficinas, y los vecindarios, para coadyuvar en la transformación de nuestra sociedad. El amor y la paz son parte de la cultura de la vida que nos corresponde asumir y promover si queremos un país en el que la fraternidad y la concordia imperen. ¿Sabremos asumir este desafío?
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
Ir a Panorama Católico Edición Digital
Editorial
Ausencia de amor
Los miles de casos por violencia doméstica que reposan en los despachos judiciales son, entre otras cosas, el reflejo de dos situaciones: la falta de amor entre las parejas, y la valentía de las mujeres panameñas para denunciar el maltrato de que son víctimas, dejando atrás el tiempo del silencio ante tal atrocidad y pecado.
Esa ausencia de amor que aludimos, también tiene sus consecuencias en la violencia intrafamiliar que afecta a la niñez y a las personas ancianas, en muchos casos la población más vulnerable por el estado extremo de indefensión que por su realidad padecen.
Quien golpea y maltrata no ama; si amara, jamás haría daño a su prójimo, y mucho menos a los seres que le son cercanos. Panamá necesita urgentemente educar para el amor, y hacerlo a todos los niveles de la sociedad. La erradicación de la violencia, especialmente la intrafamiliar, es un objetivo que debemos esforzarnos por alcanzar.
Urge la realización de campañas contra la violencia en las escuelas, las oficinas, y los vecindarios, para coadyuvar en la transformación de nuestra sociedad. El amor y la paz son parte de la cultura de la vida que nos corresponde asumir y promover si queremos un país en el que la fraternidad y la concordia imperen. ¿Sabremos asumir este desafío?
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
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