2009-01-04
El Ojo del Profeta
Violencia Irracional
El hombre en su naturaleza lleva el germen de la violencia que se manifestó en Caín contra su hermano Abel. Desde entonces, la humanidad experimenta el dolor y la muerte producto del odio que nace de la intolerancia y la animadversión hacia el prójimo. Lo que ocurre en la franja de Gaza no es más que la manifestación de ese odio, que parte y parte sienten mutuamente.
Peligroso y mortal resulta para la población indefensa el enfrentamiento entre la guerrilla terrorista islámica enquistada en Palestina y el ejército israelí. Ambos son cuerpos armados entrenados para hacer la guerra, independientemente de la legitimidad o no de su derecho a armarse. Los sufridos y las víctimas de ambos lados son, en su mayoría, personas civiles y, en muchos casos, indefensas ante la violencia arrolladora de los combatientes.
La violencia que protagonizan ambos lados es injustificada, aunque veamos las escenas idílicas de lucha, aparentemente, desigual o de defensa de la integridad de los habitantes de un estado. Tal atrocidad debe cesar y trasladarse al único escenario donde cada ser humano puede estar en igualdad con sus pares: la razón y el diálogo civilizado.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
Ir a Panorama Católico Edición Digital
El Ojo del Profeta
Violencia Irracional
El hombre en su naturaleza lleva el germen de la violencia que se manifestó en Caín contra su hermano Abel. Desde entonces, la humanidad experimenta el dolor y la muerte producto del odio que nace de la intolerancia y la animadversión hacia el prójimo. Lo que ocurre en la franja de Gaza no es más que la manifestación de ese odio, que parte y parte sienten mutuamente.
Peligroso y mortal resulta para la población indefensa el enfrentamiento entre la guerrilla terrorista islámica enquistada en Palestina y el ejército israelí. Ambos son cuerpos armados entrenados para hacer la guerra, independientemente de la legitimidad o no de su derecho a armarse. Los sufridos y las víctimas de ambos lados son, en su mayoría, personas civiles y, en muchos casos, indefensas ante la violencia arrolladora de los combatientes.
La violencia que protagonizan ambos lados es injustificada, aunque veamos las escenas idílicas de lucha, aparentemente, desigual o de defensa de la integridad de los habitantes de un estado. Tal atrocidad debe cesar y trasladarse al único escenario donde cada ser humano puede estar en igualdad con sus pares: la razón y el diálogo civilizado.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
Ir a Panorama Católico Edición Digital
No hay comentarios:
Publicar un comentario