2008-11-09
El Ojo del Profeta
Loor a la Patria
Miles de personas contemplaron las delegaciones estudiantiles y cívicas que desfilaron los días patrios en distintos lugares del país. La participación fue entusiasta, para rendir loor a la patria panameña con lo mejor que cada una le podía ofrendar. Sin embargo, muy poco nos cuestionamos acerca del resto de las acciones que hacen patria a diario.
La patria se construye desde la persona misma y su proyección hacia la comunidad. De que nos vale el repique de un tambor o la estridencia de una corneta, si en el corazón y en la conciencia existe un hoyo profundo que ahoga toda voluntad de ser honesto y respetable, y de ganarse el pan honradamente. De qué nos sirve sacrificar tantos días de trabajo, para dedicarlo, supuestamente, a rendirle honor a la patria, si pensamos que la mejor forma de celebrarla es tostándonos al sol, o emborrachándonos en casa, o en una, dizque, diana que termina en balacera y en violencia.
Es tiempo de definir nuestra meta como pueblo y como nación, para trazar el derrotero que nos lleve a la reconstrucción moral y cívica como país. Si continuamos por el camino actual, aciagos días nos esperan. Es preciso trabajar arduamente por el cambio, tanto en la población infantil y juvenil, como en la adulta. La patria la hacemos todos, y si todos nos esforzamos en construirla cada día, en la misma medida podemos sentirla y vivirla todos con el corazón henchido cuando nuestros labios pronuncien todas las veces la palabra patria.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
Ir a Panorama Católico Edición Digital
El Ojo del Profeta
Loor a la Patria
Miles de personas contemplaron las delegaciones estudiantiles y cívicas que desfilaron los días patrios en distintos lugares del país. La participación fue entusiasta, para rendir loor a la patria panameña con lo mejor que cada una le podía ofrendar. Sin embargo, muy poco nos cuestionamos acerca del resto de las acciones que hacen patria a diario.
La patria se construye desde la persona misma y su proyección hacia la comunidad. De que nos vale el repique de un tambor o la estridencia de una corneta, si en el corazón y en la conciencia existe un hoyo profundo que ahoga toda voluntad de ser honesto y respetable, y de ganarse el pan honradamente. De qué nos sirve sacrificar tantos días de trabajo, para dedicarlo, supuestamente, a rendirle honor a la patria, si pensamos que la mejor forma de celebrarla es tostándonos al sol, o emborrachándonos en casa, o en una, dizque, diana que termina en balacera y en violencia.
Es tiempo de definir nuestra meta como pueblo y como nación, para trazar el derrotero que nos lleve a la reconstrucción moral y cívica como país. Si continuamos por el camino actual, aciagos días nos esperan. Es preciso trabajar arduamente por el cambio, tanto en la población infantil y juvenil, como en la adulta. La patria la hacemos todos, y si todos nos esforzamos en construirla cada día, en la misma medida podemos sentirla y vivirla todos con el corazón henchido cuando nuestros labios pronuncien todas las veces la palabra patria.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
Ir a Panorama Católico Edición Digital
No hay comentarios:
Publicar un comentario