2008-11-02
El Ojo del Profeta
Promoción de Talentos
Las habilidades del ser humano no son más que el carisma que Dios le da para su realización y la edificación de sus semejantes. Ningún carisma tiene propósito individual, sino que está en función colectiva aunque se haya suscitado desde lo personal. El hombre, como especie y ser espiritual, sólo puede alcanzar su plenitud de cara a sus congéneres, porque nada le aprovecha ni puede hacer para sí y por sí mismo.
Por eso es indispensable, tanto en el núcleo familiar y vecinal como en el ámbito social y estatal, promover el talento que cada uno de sus miembros posea. Desarrollar la capacidad y la habilidad en el arte, la ciencia, la tecnología, el intelecto y la vocación en diferentes campos que explore el ser humano es indispensable para el progreso de la sociedad. Es una tarea que en lo personal y familiar corresponde a la superación, pero que en lo social es atinente al desarrollo cultural como pueblo y como nación.
Llevar adelante esta labor como país reclama, por parte del sistema educativo, primordialmente, un serio y firme compromiso de transformar la sociedad panameña sobre la base de particulares valores, que la conduzcan hacia la formación integral de mejores ciudadanos y ciudadanas, porque sólo con personas nuevas, en su espíritu y su conciencia, podremos construir una nueva sociedad.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
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El Ojo del Profeta
Promoción de Talentos
Las habilidades del ser humano no son más que el carisma que Dios le da para su realización y la edificación de sus semejantes. Ningún carisma tiene propósito individual, sino que está en función colectiva aunque se haya suscitado desde lo personal. El hombre, como especie y ser espiritual, sólo puede alcanzar su plenitud de cara a sus congéneres, porque nada le aprovecha ni puede hacer para sí y por sí mismo.
Por eso es indispensable, tanto en el núcleo familiar y vecinal como en el ámbito social y estatal, promover el talento que cada uno de sus miembros posea. Desarrollar la capacidad y la habilidad en el arte, la ciencia, la tecnología, el intelecto y la vocación en diferentes campos que explore el ser humano es indispensable para el progreso de la sociedad. Es una tarea que en lo personal y familiar corresponde a la superación, pero que en lo social es atinente al desarrollo cultural como pueblo y como nación.
Llevar adelante esta labor como país reclama, por parte del sistema educativo, primordialmente, un serio y firme compromiso de transformar la sociedad panameña sobre la base de particulares valores, que la conduzcan hacia la formación integral de mejores ciudadanos y ciudadanas, porque sólo con personas nuevas, en su espíritu y su conciencia, podremos construir una nueva sociedad.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
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