2009-12-27
El Ojo del Profeta
Memoria histórica
Resguardar la historia de la nación es una obligación de las autoridades y de la población, porque de esa forma podemos pasar de generación a generación los sucesos, la forma de vida, el conocimiento, los acontecimientos que alguna vez marcaron la vida de nuestro pueblo y nuestra sociedad. Mas que el simple cumplimiento de un protocolo o práctica común de los estados, la memoria histórica constituye la fuente del saber que nos habla de nuestro origen, de lo que hemos hecho, y de lo que nos identifica como nación.
En ese sentido, la promesa gubernamental de cuidar y potenciar el Archivo Nacional es bienvenida. La desidia de las autoridades y la indolencia de algunos historiadores y usuarios que lo depredaban y vandalizaban sin misericordia. Quiera Dios y esta promesa se cumpla y se extienda a otras instituciones que custodian la historia panameña, como las parroquias, los museos, las escuelas y bibliotecas públicas diseminadas por el país, y que también necesitan la ayuda y la asistencia de expertos en conservación de archivos y documentos antiguos e históricos. Es un patrimonio intangible y de una riqueza invaluable, difícil de recuperar si lo dejamos perder.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
Ir a Panorama Católico Edición Digital
Memoria histórica
Resguardar la historia de la nación es una obligación de las autoridades y de la población, porque de esa forma podemos pasar de generación a generación los sucesos, la forma de vida, el conocimiento, los acontecimientos que alguna vez marcaron la vida de nuestro pueblo y nuestra sociedad. Mas que el simple cumplimiento de un protocolo o práctica común de los estados, la memoria histórica constituye la fuente del saber que nos habla de nuestro origen, de lo que hemos hecho, y de lo que nos identifica como nación.
En ese sentido, la promesa gubernamental de cuidar y potenciar el Archivo Nacional es bienvenida. La desidia de las autoridades y la indolencia de algunos historiadores y usuarios que lo depredaban y vandalizaban sin misericordia. Quiera Dios y esta promesa se cumpla y se extienda a otras instituciones que custodian la historia panameña, como las parroquias, los museos, las escuelas y bibliotecas públicas diseminadas por el país, y que también necesitan la ayuda y la asistencia de expertos en conservación de archivos y documentos antiguos e históricos. Es un patrimonio intangible y de una riqueza invaluable, difícil de recuperar si lo dejamos perder.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
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