2009-09-06
A tiro de piedra
Antigua embajada americana
Con este nombre se conoce un edificio en la Avenida Balboa, que albergó la sede diplomática de los Estados Unidos de América, hasta hace poco. So pretexto de ubicar a alguna dependencia estatal, se pretende echarlo abajo y levantar un mamotreto que, supuestamente, será un edificio emblemático en el lugar.
Me pregunto: ¿puede construirse un edificio en el mismo lugar, que sea más emblemático que la antigua embajada de los Estados Unidos? La historia que encierra la construcción, tanto en la lucha panameña por el reconocimiento pleno de su soberanía, como por los hechos ocurridos en su interior, con alcance allende nuestras fronteras, lo colocan en un sitial envidiable para ser conservado.
Si no quiere considerarse el valor histórico del edificio, aunque, oficialmente, no haya sido declarado como tal, al menos debe tomarse en cuenta que, junto a la fachada del Hospital Santo Tomás, la casa de la embajada del Reino Unido, y la representación diplomática de Libia, son las únicas cuatro muestras de la arquitectura que una vez caracterizó a la Avenida Balboa. Todas las demás construcciones emblemáticas han sido demolidas, para darle paso a las torres de concreto y de cristal, que poca gracia arquitectónica tienen, y, como todas son parientes, muestran los rasgos genéticos de cuadratura y piquitos rojos que las distinguen.
Variadas son las voces que se alzan a favor de conservar el edificio de la antigua embajada estadounidense, pero al parecer los oídos locos están sordos. Al final, por lo que veo, impondrán su locura, pero no se librarán de la responsabilidad histórica, por asesinar de manera insensata una muestra del patrimonio arquitectónico de La Exposición y Bella Vista, tan vilipendiado en los últimos años, a causa de la ambición desmedida e irracional de quienes, en deleznable demostración de opulencia y poder, imponen su voluntad sobre el querer común.
Otro sitio emblemático que podría desaparecer, o resultar gravemente intervenido, tal como lo hemos conocido hasta ahora, es el Terraplén del Casco Antiguo. Supues-tamente, la cinta costera será extendida pasándole por el frente y quitándole el mar. También se llevarán por los cachos al Muelle Fiscal, porque quieren moverlo a otro lugar dentro del área. Como aún no nos muestran una concepción o levantamiento de la obra, concluimos que arrasarán con todo, para rellenar y decorar de manera similar a la cinta costera. Otro asesinato, en que los victimarios se hacen los locos, e invocando su locura, no aceptan ser responsables del crimen aberrante que cometen contra nuestra ciudad.
Si algo de panameño les queda, corrijan el rumbo. Las entidades que quieren ubicar en el nuevo mamotreto “emblemático” de la Avenida Balboa, bien pueden mandarlas a otra parte cercana. Allí tienen, por ejemplo, los terrenos de las Rentas. La conexión con la cinta costera debe respetar el conjunto arquitectónico monumental del Casco Antiguo, en el Terraplén. Se puede construir un nuevo Muelle Fiscal, pero debe conservarse la estructura del actual, para convertirlo en un espacio público y turístico, donde se instalen los artesanos y algunos cafés o restaurantes pequeños. Ojalá, en esto, prime la cordura del sentido nacional sobre la locura del poder.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
Ir a Panorama Católico Edición Digital
A tiro de piedra
Antigua embajada americana
Con este nombre se conoce un edificio en la Avenida Balboa, que albergó la sede diplomática de los Estados Unidos de América, hasta hace poco. So pretexto de ubicar a alguna dependencia estatal, se pretende echarlo abajo y levantar un mamotreto que, supuestamente, será un edificio emblemático en el lugar.
Me pregunto: ¿puede construirse un edificio en el mismo lugar, que sea más emblemático que la antigua embajada de los Estados Unidos? La historia que encierra la construcción, tanto en la lucha panameña por el reconocimiento pleno de su soberanía, como por los hechos ocurridos en su interior, con alcance allende nuestras fronteras, lo colocan en un sitial envidiable para ser conservado.
Si no quiere considerarse el valor histórico del edificio, aunque, oficialmente, no haya sido declarado como tal, al menos debe tomarse en cuenta que, junto a la fachada del Hospital Santo Tomás, la casa de la embajada del Reino Unido, y la representación diplomática de Libia, son las únicas cuatro muestras de la arquitectura que una vez caracterizó a la Avenida Balboa. Todas las demás construcciones emblemáticas han sido demolidas, para darle paso a las torres de concreto y de cristal, que poca gracia arquitectónica tienen, y, como todas son parientes, muestran los rasgos genéticos de cuadratura y piquitos rojos que las distinguen.
Variadas son las voces que se alzan a favor de conservar el edificio de la antigua embajada estadounidense, pero al parecer los oídos locos están sordos. Al final, por lo que veo, impondrán su locura, pero no se librarán de la responsabilidad histórica, por asesinar de manera insensata una muestra del patrimonio arquitectónico de La Exposición y Bella Vista, tan vilipendiado en los últimos años, a causa de la ambición desmedida e irracional de quienes, en deleznable demostración de opulencia y poder, imponen su voluntad sobre el querer común.
Otro sitio emblemático que podría desaparecer, o resultar gravemente intervenido, tal como lo hemos conocido hasta ahora, es el Terraplén del Casco Antiguo. Supues-tamente, la cinta costera será extendida pasándole por el frente y quitándole el mar. También se llevarán por los cachos al Muelle Fiscal, porque quieren moverlo a otro lugar dentro del área. Como aún no nos muestran una concepción o levantamiento de la obra, concluimos que arrasarán con todo, para rellenar y decorar de manera similar a la cinta costera. Otro asesinato, en que los victimarios se hacen los locos, e invocando su locura, no aceptan ser responsables del crimen aberrante que cometen contra nuestra ciudad.
Si algo de panameño les queda, corrijan el rumbo. Las entidades que quieren ubicar en el nuevo mamotreto “emblemático” de la Avenida Balboa, bien pueden mandarlas a otra parte cercana. Allí tienen, por ejemplo, los terrenos de las Rentas. La conexión con la cinta costera debe respetar el conjunto arquitectónico monumental del Casco Antiguo, en el Terraplén. Se puede construir un nuevo Muelle Fiscal, pero debe conservarse la estructura del actual, para convertirlo en un espacio público y turístico, donde se instalen los artesanos y algunos cafés o restaurantes pequeños. Ojalá, en esto, prime la cordura del sentido nacional sobre la locura del poder.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
Ir a Panorama Católico Edición Digital
No hay comentarios:
Publicar un comentario