2009-07-04
A tiro de piedra
Caballerosidad política
La visita de diversos personajes políticos al ex presidente Guillermo Endara, en su lecho de enfermo, es una muestra de que no todo está perdido en nuestra sociedad política. Personajes opositores al partidismo del ex mandatario, desfilaron para ofrecerle su respeto y desearle pronto restablecimiento.
Si esa caballerosidad se mostrara más a menudo en el comportamiento de nuestra clase política, quizá tendríamos menos escándalos y mejor ambiente en la relación interpartidaria. Es algo que nos hace falta, para edificar el ejercicio de la política en nuestro medio. Figuras como Ricardo Arias Calderón y Aristides Royo, quienes han demostrado decencia y educación en su actuar político, visitaron a Endara, en un gesto significativo. Ambos, en su momento, tuvieron sus divergencias con el enfermo. Su visita, en la actualidad, ni les suma ni les resta votos o simpatías electorales, porque ya están alejados de dichos menesteres; lo que nos hace pensar en la sinceridad de su visita.
Otras figuras, también, se apersonaron al hospital donde está recluido Guillermo Endara. El ex presidente Ernesto Pérez Balladares; el actual presidente, Ricardo Martinelli; y el presidente saliente, Martín Torrijos. De este último, igual, debo destacar sus buenas maneras y sencillez. No juzgo, y aclaro, la gestión presidencial o de hombre público de ninguno. En su momento, cuando estuvieron al frente de sus cargos, lo hice con toda libertad. Nunca busqué ni pedí que me dieran un puesto, o una botella, o algún favor que me acomodara. Menos pedí dinero. ¡Líbreme Dios! A cada uno de ellos les he dicho lo que pienso, sin adulación ni hipocresía. Excepto a Royo, a los demás les he dicho, frente a frente, mi opinión con respecto a las circunstancias que nos han hecho encontrarnos. Pero a todos, sin excepción, les critiqué en mis escritos.
Con la violencia verbal y el ataque personalizado que observamos en la reciente campaña electoral, el gesto de estos hombres que menciono se convierte en un acto digno de imitar. La caballerosidad, la decencia, la tolerancia, la honestidad y el buen actuar, es lo que espero de los funcionarios que ahora asumen la conducción del país. De su ejemplo depende que sus simpatizantes los emulen. Según sea el personaje que gobierna o dirige, así serán sus seguidores. Que la buena conducta sea incluida en el cambio que se nos ha prometido, porque en la campaña estuvo ausente en el proceder de algunos.
Deseo pronto restablecimiento al ex presidente Endara, si es la voluntad de Dios. Que, recíprocamente, corresponda a la caballerosidad que ha recibido en su cama de doliente. Que recupere aquel carácter afable y trato exquisito, cuando lo veía atravesar, hace años, la Plaza de Porras, al salir de su bufete. Así me gustaría volverlo a ver. Y lo dice alguien con quien polemizó públicamente, y que siempre le respetó su investidura presidencial, al punto de esperar la terminación de su mandato para responderle, de ciudadano a ciudadano, algunos de sus señalamientos.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
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A tiro de piedra
Caballerosidad política
La visita de diversos personajes políticos al ex presidente Guillermo Endara, en su lecho de enfermo, es una muestra de que no todo está perdido en nuestra sociedad política. Personajes opositores al partidismo del ex mandatario, desfilaron para ofrecerle su respeto y desearle pronto restablecimiento.
Si esa caballerosidad se mostrara más a menudo en el comportamiento de nuestra clase política, quizá tendríamos menos escándalos y mejor ambiente en la relación interpartidaria. Es algo que nos hace falta, para edificar el ejercicio de la política en nuestro medio. Figuras como Ricardo Arias Calderón y Aristides Royo, quienes han demostrado decencia y educación en su actuar político, visitaron a Endara, en un gesto significativo. Ambos, en su momento, tuvieron sus divergencias con el enfermo. Su visita, en la actualidad, ni les suma ni les resta votos o simpatías electorales, porque ya están alejados de dichos menesteres; lo que nos hace pensar en la sinceridad de su visita.
Otras figuras, también, se apersonaron al hospital donde está recluido Guillermo Endara. El ex presidente Ernesto Pérez Balladares; el actual presidente, Ricardo Martinelli; y el presidente saliente, Martín Torrijos. De este último, igual, debo destacar sus buenas maneras y sencillez. No juzgo, y aclaro, la gestión presidencial o de hombre público de ninguno. En su momento, cuando estuvieron al frente de sus cargos, lo hice con toda libertad. Nunca busqué ni pedí que me dieran un puesto, o una botella, o algún favor que me acomodara. Menos pedí dinero. ¡Líbreme Dios! A cada uno de ellos les he dicho lo que pienso, sin adulación ni hipocresía. Excepto a Royo, a los demás les he dicho, frente a frente, mi opinión con respecto a las circunstancias que nos han hecho encontrarnos. Pero a todos, sin excepción, les critiqué en mis escritos.
Con la violencia verbal y el ataque personalizado que observamos en la reciente campaña electoral, el gesto de estos hombres que menciono se convierte en un acto digno de imitar. La caballerosidad, la decencia, la tolerancia, la honestidad y el buen actuar, es lo que espero de los funcionarios que ahora asumen la conducción del país. De su ejemplo depende que sus simpatizantes los emulen. Según sea el personaje que gobierna o dirige, así serán sus seguidores. Que la buena conducta sea incluida en el cambio que se nos ha prometido, porque en la campaña estuvo ausente en el proceder de algunos.
Deseo pronto restablecimiento al ex presidente Endara, si es la voluntad de Dios. Que, recíprocamente, corresponda a la caballerosidad que ha recibido en su cama de doliente. Que recupere aquel carácter afable y trato exquisito, cuando lo veía atravesar, hace años, la Plaza de Porras, al salir de su bufete. Así me gustaría volverlo a ver. Y lo dice alguien con quien polemizó públicamente, y que siempre le respetó su investidura presidencial, al punto de esperar la terminación de su mandato para responderle, de ciudadano a ciudadano, algunos de sus señalamientos.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
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