2009-10-11
Editorial
Mirada retrospectiva
Hace 41 años el país pasó de la democracia a la dictadura, lo que provocó cambios profundos en la sociedad panameña. El ambiente social, político, económico y cultural se vio afectado grandemente. De esos 41 años, contados a partir del 11 de octubre de 1968, casi la mitad lo hemos vivido en la reciente etapa democrática.
Al cumplirse un aniversario más del golpe de estado de 1968, se impone una mirada retrospectiva de nuestra realidad nacional, para analizar los efectos y las consecuencias que tuvo la dictadura y que ha tenido la actual era democrática. Sólo examinando nuestro presente, producto de la simbiosis entre dictadura y democracia, podemos aprender del pasado para pensar en el futuro.
La dictadura nos dejó una profunda herida en los muertos y desaparecidos, la destrucción de las instituciones democráticas, y la conculcación de las libertades públicas. También provocó la base de participación popular que encontró arraigo social, y el despertar del civilismo de la población, que desembocó en la recuperación de la democracia. Herencia esta que incide fuertemente en el desenvolvimiento de los actores sociales de hoy.
Fechas como la de este domingo 11 de octubre nos retan a ver, con ojos críticos, lo que ha sido y es nuestra historia, con sus éxitos, aciertos, amarguras y desengaños. Valorar cada acontecimiento y cada figura en la medida justa que le corresponda, libre de distorsiones, ensalzamientos o detracciones inmerecidos, odios, rencores, y sectarismos. Hoy, quizá, no es un día para celebrar, pero, tampoco, para olvidar. Trabajamos y luchamos denodadamente por la justicia, ahora nos toca actuar justamente, para vivir en verdadera libertad como pueblo y nación.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org
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Editorial
Mirada retrospectiva
Hace 41 años el país pasó de la democracia a la dictadura, lo que provocó cambios profundos en la sociedad panameña. El ambiente social, político, económico y cultural se vio afectado grandemente. De esos 41 años, contados a partir del 11 de octubre de 1968, casi la mitad lo hemos vivido en la reciente etapa democrática.
Al cumplirse un aniversario más del golpe de estado de 1968, se impone una mirada retrospectiva de nuestra realidad nacional, para analizar los efectos y las consecuencias que tuvo la dictadura y que ha tenido la actual era democrática. Sólo examinando nuestro presente, producto de la simbiosis entre dictadura y democracia, podemos aprender del pasado para pensar en el futuro.
La dictadura nos dejó una profunda herida en los muertos y desaparecidos, la destrucción de las instituciones democráticas, y la conculcación de las libertades públicas. También provocó la base de participación popular que encontró arraigo social, y el despertar del civilismo de la población, que desembocó en la recuperación de la democracia. Herencia esta que incide fuertemente en el desenvolvimiento de los actores sociales de hoy.
Fechas como la de este domingo 11 de octubre nos retan a ver, con ojos críticos, lo que ha sido y es nuestra historia, con sus éxitos, aciertos, amarguras y desengaños. Valorar cada acontecimiento y cada figura en la medida justa que le corresponda, libre de distorsiones, ensalzamientos o detracciones inmerecidos, odios, rencores, y sectarismos. Hoy, quizá, no es un día para celebrar, pero, tampoco, para olvidar. Trabajamos y luchamos denodadamente por la justicia, ahora nos toca actuar justamente, para vivir en verdadera libertad como pueblo y nación.
Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
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