jueves, 1 de octubre de 2009

Dengue y gripe

2009-09-27
Editorial
Dengue y gripe

La propagación del dengue y la gripe A (H1A1) y las muertes que producen debe ser preocupación de toda la población. Ninguna persona está a salvo de contraer esas enfermedades, ni de evitar, por sí sola, el contagio masivo de ellas, aunque sí puede tomar acciones que, sumadas, mitiguen el riesgo de su propagación generalizada.

Por eso es urgente que cada persona asuma, como un compromiso ético y humano, la práctica de eliminar los focos de incubación del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue, y de observar concienzudamente los hábitos de higiene personal y las reglas de salud pública, al toser o estornudar. Igual deber cabe al que se siente enfermo de acudir al médico, para determinar qué tipo de enfermedad padece, ante la sospecha de padecer de dengue o gripe A.

Contrarrestar con efectividad ambos males depende, en gran medida, de la cooperación de la comunidad con las autoridades sanitarias. El esfuerzo aislado de una u otra, difícilmente solucionará el problema. Con el esfuerzo mancomunado, en cambio, lograremos superar el riesgo y ayudaremos a evitar más muertes.

Hacemos, desde aquí, un llamado a todos los panameños y panameñas, particularmente al pueblo cristiano, para que coadyuvemos en esta misión. No vaya a ser que por desidia o indolencia, seamos cómplices de la muerte de nuestro prójimo, debido al contagio de la gripe A(H1A1) o el dengue hemorrágico.

Luis Alberto Díaz
Director de Panorama Católico
diazlink@primada.org

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